Para el fotógrafo George, era un día como cualquier otro en el trabajo pero, de repente…
Sucedió algo sorprendente: Una gran leona toco su espalda llamando su atención. George se hacía cargo de tomar unas fotos de acción para un documental y la leona se acercó a pedir ayuda. Cómo este no es un comportamiento común, decidió acudir a su llamado pero, lo que vio, lo dejo perplejo.